La consigna está clara, #QuédateEnCasa y en nuestro caso #QuédateEnCasaLeyendo. Para ayudarnos a todos, iniciativas solidarias ponen a disposición de los lectores libros más baratos e incluso gratis y surgen las actividades digitales de lectura compartida.

Nosotr@s desde LEA abrimos de nuevo nuestras Lecturas Abiertas. Pero pensando en los pequeños editores y libreros quizás se podría poner en marcha una iniciativa solidaria por parte de los lectores: #CompraUnLibro o #CompraUnLibroEnCuarentena.

Los lectores podemos poner nuestro granito de arena y durante esta cuarentena comprar un libro. Uno que nos recuerde estos tiempos terribles; uno que suponga un reto o sirva de evasión; un título de un autor novel; un libro del escaparate de la librería de nuestra calle que vemos cerrada desde la ventana; un libro para regalar a la persona querida que estamos deseando abrazar… Si podemos, ahora que el presupuesto de cañas con lo amigos no es aplicable, compremos un libro, para poder seguir comprando libros cuando todo esto acabe.

El confinamiento obligatorio nos ha hecho conscientes del tiempo que pasamos en la calle y de la cantidad de actividades que se pueden hacer en sin salir de casa, entre ellas, leer. Al mismo tiempo, se ha llevado por delante eventos tan importantes para el sector del libro como la Feria del Libro de Madrid y San Jordi en Barcelona y, con ellos, los lanzamiento de libros que se hacen en primavera (momento álgido editorial) suspendidos ahora “sine díe” por la tragedia que vivimos.

Este es el momento para comprobar el grado de digitalización del sector del libro y si éste permitirá a un sector no esencial, pero sí imprescindible, sobrevivir a semanas de cese de actividad y el cierre de su principal canal de distribución, las librerías.

Este es el momento para comprobar el grado de digitalización del sector del libro

¿Dónde encontrar material de lectura?

Hasta ahora, se han puesto en marcha iniciativas de editoriales que ofrecen gratis parte de su catálogo, mirad la recopilación de Julián Marquina en su blog. Autores, consagrados o autoeditados ofrecen sus libros a mejor precio o gratis a través de sus redes sociales y plataformas como Amazon. Se multiplican los encuentros digitales como los que organiza MegustaLeer y otras editoriales, podéis informaros puntualmente en el blog De lector a lector.

Nosotr@s desde LEA hemos abierto la LecturaAbierta #UnMisterioEnBuscadeAutor que iniciará una segunda edición muy pronto y tenemos previsto abrir nuestros contenidos para que, ahora con mas tiempo, os embarquéis en nuestros viajes lectores.

Para estar al tanto de iniciativas lectoras sigue estos hashtag en redes sociales #QuédateEnCasaLeyendo #YoMeQuedoEnCasaLeyendo #lecturentena #Yomequedoencasa #YoLeoenCasa #QuieroLeerEnCasa

Todas estas iniciativas tratan de aligerar el peso del confinamiento y aliviar la angustia de la situación. Se adoptan para apoyar al conjunto de la sociedad y reforzar el vínculo con el público lector. Pero el coste económico del confinamiento afecta a todos los sectores y especialmente a los relacionados con la cultura que arrastran una situación difícil desde hace años. Todas estas iniciativas son gratis pero tienen un coste.

Comprad, comprad, benditos

Las librerías, obligadas a echar el cierre, tratan de mantener su actividad llevando los libros a casa, porque aunque sus puertas estén cerradas se pueden seguir comprando libros. Para eso están plataformas como Todostuslibros, promovida desde Cegal (Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros), y Libelista, una red de librerías independientes. Otra iniciativa, lanzada a través de LlibreriesObertes, para afrontar este periodo de cuarentena, propone contribuir al mantenimiento de las librerías independientes comprando y pagando por anticipado los libros que se recogerán cuando vuelvan a abrir tras el confinamiento.

Porque hay que pensar en que todo esto pasará y volveremos a pasar horas en las librerías mirando libros y volveremos a decir “no pensaba comprar nada y mira, salgo con cuatro libros», pero para que eso suceda las librerías tienen que estar ahí, abiertas. Y las editoriales, sobre todo las independientes, las que se hacen a base de amor y obsesión por los libros y la lectura, tienen que superar esta cuarentena para seguir poniéndonos en contacto con esos escritores que no conoceríamos de otra manera.