En ingeniería cultural, disciplina que investiga, diseña, desarrolla y aplica modelos que posibilitan la adaptación creativa e innovadora de la cultura, la fase de evaluación de un proyecto de cultura digital es una de las claves para su posterior adaptación e implementación exitosa. ¿Cómo si no aprender de los errores que sin duda se cometerán? Por eso, en LEA trabajamos muy seriamente y de forma continua en la formulación e implantación de un sistema de indicadores, tanto cualitativos como cuantitativos, que nos permita realizar un seguimiento y monitorización permanentes y una evaluación final de los resultados de las Lecturas Abiertas que organizamos.

Queremos, de hecho, deliberar junto a vosotros sobre esta evaluación y sobre nuestros propios procesos de análisis de datos, examinando al detalle la información pública disponible y poniendo en valor la experiencia de más de 3 años de andadura con un proyecto de lectura transmedia, colaborativa y, por supuesto, digital. Comenzamos aquí una serie de posts que pretenden reflexionar sobre la importancia de dicha evaluación, sobre las criterios cualitativos y cuantitativos aplicables, sobre modelos pasados, presentes y futuros, sobre los caminos de desarrollo futuro de los clubs de lectura online o virtuales, y sobre eso que se ha venido en llamar, felizmente, lectura transmedia.

Así que empezaremos desnudándonos un poco y narrándoles los retos a los que nos hemos enfrentado y las soluciones (siempre flexibles, siempre provisionales) que hemos ido desarrollando. ¡Comencemos!

LEA y los sistemas de indicadores

Nuestro sistema de indicadores tiene, si lo expresamos de forma sintética, dos objetivos fundamentales. Por una parte, medir el éxito del proyecto en función de los requisitos establecidos inicialmente con el cliente; y en segundo lugar, identificar aquellos aspectos de mejora que afecten a nuestra rentabilidad, entendida esta en sentido amplio, es decir, incluyendo criterios que permitan un Retorno Social de la Cultura (SROI).

Por lo general, estos indicadores de mejora se traducen en la contabilización del número de nuevos lectores captados (lo que incide en el crecimiento de nuestra comunidad, uno de nuestros objetivos principales en esta primera fase de desarrollo) así como en aquellos otros aspectos que redundan en la mejora de una experiencia lectora satisfactoria. Identificar dichos ítems, asignándoles un indicador, nos permite avanzar orgánicamente en nuestra estrategia digital y en el diseño de nuevas experiencias lectoras transmedia, con unos requisitos claros y medibles.

Sin embargo, a la hora de formular y concretar este sistema de indicadores basándonos en otros sistemas de medición, nos encontramos demasiado a menudo con que los referentes externos o de terceros brillan por su ausencia, lo que nos obliga a trabajar en el diseño ad hoc de soluciones propias, circunstancia que abordamos como una oportunidad, no sólo para analizar más en profundidad nuestro desempeño sino también para la validación de nuestros propias metodologías.

La realidad, en fin, es que no existen datos o estadísticas públicas que ofrezcan información cualitativa sobre la lectura o sobre actividades lectoras individuales o colectivas, más allá del registro cuantitativo del uso de los distintos dispositivos digitales (móviles, e-books y, cada vez en menor medida, tablets). Lo alarmante en este caso es que la situación, paradójicamente, empeora si cabe al hablar del entorno digital, que se define precisamente (o al menos en lo que nos atañe) por su capacidad de generación y medición de datos.

Esta situación de vacío nos obliga a apoyamos en estudios académicos y de investigación sobre el comportamiento antropológico de la lectura en la Red o sobre los hábitos de lectura de la sociedad digital online, además de en el análisis interno de nuestras propias experiencias digitales: tras la puesta en marcha de una decena de lecturas abiertas, podemos decir que empezamos a conocer en detalle los hábitos lectores de nuestra comunidad digital lectora.

¡Pero de esto hablaremos en nuestro próximo post!

 

Luisana Rodríguez Castellanos

CEO & Founder de LEA Lectura Abierta