Hacía tiempo que queríamos colaborar con Pilar Torres, a quien conocimos en el Club de Lectura de La Buena Vida, una de los espacios librescos más originales y acogedores de Madrid. ¡Y voilà! Dicho y hecho: fue hacerle la propuesta y ver cómo se apuntaba a esta aventura con entusiasmo. ¿La excusa? #GenteEléctrica Una Lectura Abierta sobre Ciencia Ficción diseñada junto a Fundación Telefónica para las dos exposiciones de su espacio madrileño: Nosotros robots y 2001: odiseas de la inteligencia. ¡Pero mejor damos paso ya a la propia Pilar! ¡Disfruten de la charla!

Has dirigido el Club de Lectura de La Buena Vida. ¿Qué diferencias encuentras con una propuesta virtual como es LEA Lectura Abierta?

Se trata de lugares para leer en común, por lo que son espacios relacionados, pero a la vez distintos. Con la LEA Lectura Abierta se abre un mundo de posibilidades gracias a los lenguajes de Internet. La virtualidad, o lo digital, nos permite jugar con más libertad, plantear interacciones a distintos niveles y transitar caminos muy diferentes para llegar finalmente al libro.

¿Por qué Philip K. Dick? ¿Barajasteis algún otro autor, o quizás alguna otra obra del propio escritor?

Estuvimos buscando un autor muy relacionado con nuestra visión actual sobre los robots y la tecnología, y Philip K. Dick resultaba sencillamente perfecto. Leímos otros libros suyos, como la antología de relatos Electric dreams o la novela Podemos fabricarte, ambas editadas por Minotauro, pero creíamos que ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? era el ejemplo más icónico sobre el tema, y la obra que más y mejor condensaba las ideas y obsesiones de la literatura de Philip K Dick.

En #GenteEléctrica exploramos un camino nuevo en las Lecturas Abiertas. Por primera vez, aparece un personaje que acompaña al lector en una investigación muy particular.

¿Qué sorpresas podemos esperar en #GenteEléctrica? ¿Qué la diferencia de otras Lecturas Abiertas?

En #GenteEléctrica exploramos un camino nuevo en las Lecturas Abiertas. Por primera vez, aparece un personaje que acompaña al lector en una investigación muy particular, creando una narrativa propia y recurriendo al juego y la gamificación. Otra novedad es que se trata de una lectura muy estrechamente relacionada con las dos exposiciones organizadas por la Fundación Telefónica, Nosotros robots y 2001: odiseas de la inteligencia. Los lectores de #GenteEléctrica, de hecho, podrán disfrutar de visitas guiadas exclusivas a ambas exposiciones. ¡Y es sólo un ejemplo de todas las sorpresas que les esperan!

¿Cómo ha sido la colaboración con la Fundación Telefónica? ¿Cómo se complementan las exposiciones Nosotros Robots y 2001: odiseas de la inteligencia con la lectura del libro de Philip K. Dick?

Desde Fundación telefónica nos han animado a que abordemos la lectura del libro desde un análisis creativo de los contenidos, y han aportado una gran variedad de referencias, ampliando nuestra visión en muchos temas. La colaboración ha sido intensa y muy entusiasta, así que estamos encantados. Las distintas etapas de la Lectura Abierta #GenteEléctrica profundizan, de hecho, en los temas y la visión de cada una de las exposiciones.

Muchos de los logros científicos imaginados por escritores y escritoras se han conseguido precisamente gracias a que alguien los había imaginado.

Una de las actividades propuestas se llama #DisparatesFuturos, y gira entorno a grandes escritores que, en realidad, fueron pésimos profetas al hablar del futuro. ¿Tan malos son los escritores en tareas predictivas? Si tuvieses que elegir una, ¿cuál sería la peor predicción o profecía de la historia de la literatura?

Al final no son más que opciones que nos plantea la imaginación. Algunos autores las articulan de forma que exista esa posibilidad de convertirse en reales, mientras que otros se pasan de órbita imaginando. Muchos de los logros científicos imaginados por escritores y escritoras se han conseguido precisamente gracias a que alguien los había imaginado, nombrándolos y poniendo palabras a esa aventura. Si Verne no hubiera imaginado qué tecnología nos llevaría a la Luna, quizá no se hubiera dado tanta importancia e impulso a las misiones Apollo.

En cuanto a lo segundo, mis historias favoritas sobre el futuro son todas las que pronosticaban un año 2000 en el espacio, rodeados de tecnología y robots, cuando se trató de una fecha a la que llegamos atemorizados por cómo iban a afrontar las máquinas el fallido efecto 2000. Me parece el choque perfecto entre la fantasía y la realidad.

Has trabajado en una editorial, librerías… y ahora como profesional freelance del mundo del libro. ¿Ha cambiado mucho la industria? ¿Qué crees que le falta para modernizarse del todo?

Bueno, para mí no ha cambiado mucho porque no llevo demasiados años trabajando (risas). Empecé la universidad en 2008, cuando las redes sociales ya eran una realidad, las bibliotecas estaban virtualizadas y se pronosticaba el fin del libro en papel para 2018. De nuevo, fue una profecía sobre un mundo donde la tecnología iba a ir mucho más rápido que nosotros, aunque no haya crecido ni mucho menos al ritmo que pronosticado por tantos gurús.

Si tuvieras que hacer una predicción o lanzar una profecía sobre el futuro, ¿cuál sería? ¿Qué crees que nos depara tanta tecnologización? ¿Sueña Pilar con ovejas eléctricas?

Creo que la tecnología seguirá siendo, como hasta ahora, un apoyo para los trabajos que hacemos cada día y que los grandes avances estarán más enfocados hacia la forma de comunicarnos y de vivir en lo virtual, más que hacia las máquinas. Probablemente, tendremos más relación con robots virtuales como Her que con máquinas que repliquen nuestras facciones.